"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Inclusión Laboral
Expertos destacan que la inclusión laboral de las personas con trastorno mental grave es un reto que "atañe a todos"
23/06/2015
Beatriz Sancho
El director adjunto del Instituto de Comunicación Empresarial (ICE), Daniel Rodríguez, manifestó este martes en el congreso 'Empleando Salud Mental', celebrado por Feafes Empleo con motivo de su décimo aniversario, que la inclusión laboral de las personas con trastorno mental grave (TMG) es un reto, pero un reto que nos atañe a todos".
En el debate titulado "La inclusión laboral de las personas con discapacidad por TMG: un reto/una realidad", el secretario general de Feafes Empleo, Gregorio Bercedo, subrayó que del millón de personas con TMG que hay en España, "la tasa de desempleo alcanza al 80% y sólo el 15% tiene un contrato laboral".
"Está claro que las personas con TMG son un grupo de población que tienen muy difícil la inclusión laboral y para lograrla hay que trabajar medidas ad hoc para que puedan desarrollar todas sus capacidades", puntualizó Bercedo.
También asistió al debate la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, Marina Díaz Marsá, quien explicó que la perspectiva de los TMG "afortunadamente, ha cambiado" y que antes "el diagnóstico implicaba el no retorno de la persona a la sociedad y teníamos que buscar cómo entretenerla". "Hoy la situación es reversible en función del tratamiento que se le dé, pero es necesario actuar en las primeras fases de la enfermedad para evitar el deterioro que de otro modo pudiera producirse", sostuvo.
También Jaume Farre Cortadellas, de Incorpora Salud Mental, defendió en el congreso que "hay que hacer un trabajo a medida de la persona con TMG, romper el estigma y poner en valor sus capacidades. Es importantísimo analizar muy bien los puestos de trabajo y hacer una labor de encaje para conseguir la inclusión laboral". De hecho, en Incorpora Salud Mental, según ha destacado, incluso se ha abierto un línea de apoyo a los técnicos de inserción laboral para enseñarles a trabajar con las personas con problemas de salud mental desde el inicio.
El presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, recalcó en su intervención que "el debate de la inclusión laboral de las personas con discapacidad siempre debe estar en la agenda del movimiento asociativo" y que todo lo que tiene que ver con los derechos, la inclusión social y laboral y el bienestar de las personas con discapacidad y sus familias "proviene definitivamente de la propia capacidad de articulación, organización y del ser activos de las propias personas con discapacidad organizadas".
Sin embargo, Pérez Bueno aclaró que "el éxito de que consigamos la inclusión laboral de las personas con discapacidad dependerá de que haya ciudadanos activos y comprometidos que tenga objetivos y se lancen a la gestión empresarial para emplearlas".
Exclusión en la exclusión
"Si hacemos un diagnóstico, las personas con discapacidad hemos sido excluidas sistémicamente y estructuralmente, a pesar de los 30 años de política pública", denunció también el presidente del CERMI. "Seguimos estando muy lejos del empleo y, a pesar de que el modelo Lismi dio algún resultado cuando todo era un páramo", ha contextualizado, "necesitamos aprender de lo anterior y crear un nuevo modelo de inclusión laboral que, al contrario del anterior, sí distinga por razón de género o tipo de discapacidad".
En opinión del dirigente del movimiento asociativo, "hay que confeccionar políticas públicas donde esta diferenciación sea más intensa para aquellos que están peor y podamos lograr su inclusión laboral". "Y es que existen diferencias dentro de una misma discapacidad y hay incluso exclusión dentro de la exclusión", recalcó.
"Es por ello que el CERMI tendrá que incidir en que este nuevo modelo ponga el acento, todo el énfasis, en las capacidades y en las nuevas realidades como la discapacidad sobrevenida, la cuestión de la prevención social y todo dentro de un discurso más general que es el del empoderamiento de la persona: que nadie hable por ella, que tome sus propias decisiones y que determine su proyecto de vida pasando por la autonomía económica", defendió Pérez Bueno.
También la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría y el secretario general de Feafes Empleo se unieron a esta reclamación de que las personas con TMG tengan voz propia y decidan por sí mismos. "Cierto que cuando se diagnostica a la persona con un TMG es importante el apoyo de la familia y el empujón. Pero a veces no sólo no ayudan sino que no escuchan a la persona con TMG. Hay que trabajar en la comunicación entre ellos y es la persona con TMG la que tiene que decidir si quiere trabajar y en qué puesto de trabajo", afirmó Díaz Marsá.
Por último, también Díaz Marsá enfatizó que "a la situación sociolaboral desfavorable que viven las personas con TMG, hay que añadir el estrés de no encontrar trabajo". No obstante, ha advertido de que muchas de sus dificultades de la inclusión laboral de este sector de la población no vienen del propio TMG sino de las comunes de todas las personas como son el esfuerzo que se requiere para levantarse, la falta de formación, etc. "Hay que concienciar a las personas con TMG de que sus dificultades son las mismas que las de todas las demás personas", concluyó.